PERÚ, ELECCIONES 2021

El papel del cretinismo parlamentario[1]
sembrar ilusiones y cosechar descalabros

 

“A los oprimidos se les autoriza para decidir una vez
cada varios años qué miembros de la clase opresora
han de representarlos y aplastarlos en el Parlamento.”
Marx

Hemos asistido a la primera vuelta del circo electoral[*] peruano donde, al mejor estilo buhonero, se ofrecieron un sinnúmero de emplastos y estrafalarias promesas, tanto en torno al desarrollo económico como a la gestión del caos provocado a todo nivel por la pandemia del covid-19, que, como siempre, quedarán muy alejadas de la realidad. La inesperada, sorpresiva y relativa victoria de Pedro Castillo —aupado con el apoyo consciente de revisionistas, oportunistas y otros cretinos Constitucionalistas que arrastran al pueblo tras ilusiones Constitucionalistas—, seguido por Keiko Fujimori, procesada por corrupción e hija del genocida Alberto Fujimori, deja mucho que decir antes de pasar a la segunda vuelta; pero, a su vez, muestra la indolencia y la polarización de la semifeudal y semicolonial sociedad peruana; y ni qué decir sobre la manifiesta debilidad de la antorcha que ilumina el camino del pueblo desde la posición del proletariado.

La pugna, entre los 2 candidatos “vencedores”, por quién sirve mejor a la gran burguesía o una de sus facciones, a la burocrática o a la compradora, se verá con mayor nitidez de aquí a junio, mes de la segunda vuelta; y el perfil del que salga electo, se irá definiendo entre el final de la segunda vuelta y los 100 primeros días de mandato. La última palabra aún no está dicha. 

Durante la campaña electoral, en nuestra opinión, desfiló un conglomerado heterogéneo de aspirantes a obsecuente lacayo que se mostraron, unos, como defensores de los intereses de toda la gran burguesía, como De Soto y Lescano[2], por ejemplo; otros, como defensores exclusivos de una de las facciones de la gran burguesía, por ejemplo: Fujimori, de la burocrática y Forsyth, de la compradora; y otros, los de más allá, como defensores de los intereses de la gran burguesía, de la burguesía media y hasta del pueblo, como Verónica Mendoza y Pedro Castillo. Pero, reiteramos, todas estas tendencias, dentro de la colusión y pugna entre las clases explotadoras, son cambiantes, movedizas y comprables.

Hay que esperar a que se calmen las aguas de la pugna y se entre al relativo remanso de la colusión para ver quién hace qué y a quién representa, tanto en la Presidencia como en el Congreso de la República; por el momento, ninguno de los programas, si es que alguien tuviese uno definido, satisface a los reaccionarios del Perú.

Los desafíos generados por la nueva reestructuración del Estado peruano causan vacilaciones y complicidades entre los candidatos a la Presidencia, a la Vicepresidencia, al Congreso y a otros cargos administrativos. En todo caso, lo que está en juego, si es que los dueños del Perú han aprendido la lección, es la combinación del uso del Poder del Estado, y sus medios económicos como palanca económica, con el Poder del sector privado; lo que a la larga, evidentemente, provocará una nueva ronda de pugna y desequilibrio dentro del proceso de adaptación a los planes globales del imperialismo y el reacomodo de fuerzas en las zonas de influencia; es decir, la rastrera sujeción a uno o más de los bloques imperialistas: EEUU y sus aliados; Europa —en especial Alemania y Francia— y sus aliados, con sus intereses particulares y arañando algo de soltura en sus amoríos con el imperialismo yanqui; y estos 2 bloques, coligados contra el poderoso y desafiante bloque conformado por China, Rusia y sus aliados. He ahí las superpotencias y las grandes potencias imperialistas sobre el tablero de ajedrez en disputa por un mundo multipolar.

¿Y la revolución y el Tercer Mundo? Constreñidos bajo la influencia del revisionismo que generó partidos obreros burgueses basados en la aristocracia obrera, en la burocracia sindical y en el cretinismo parlamentario que se amoldaron al orden.

Así, la perspectiva y tendencia del camino reaccionario es, más o menos, previsible y, salvo salidas de regla o patadas al tablero dadas por Biden, Xi o Putin, nada espectacular nos espera en el futuro inmediato. Sanciones de ida y vuelta; alarmas y desplazamientos por aire, mar y tierra; bloqueos y hackeos; misiles van y vienen; ataque y repliegue; etcétera, están obligados a incrementar un poco más de lo mismo dentro del inexorable camino de reemplazo de una superpotencia imperialista mundial hegemónica por otra.

Dentro de este marco de referencia, nuestra atención se centra hoy en el papel del guzmanismo y su cretinismo parlamentario. 

¿Por qué?

Porque sembrar cretinismo parlamentario es, en síntesis, querer llevar al pueblo por la vieja senda electorera del oportunismo y del revisionismo; porque sembrar cretinismo parlamentario atiza el oportunismo y cosecha desilusiones en el seno del pueblo; porque el cretinismo parlamentario es contrarrevolucionario; porque hay que desenmascararlo y combatirlo.

Veamos

El revisionismo guzmanista, en “¡Asumir y combatir por la nueva gran decisión y definición!”, octubre de 1993, afirmó:

2) El capitalismo burocrático sienta bases y se viabiliza.
[…]
Se ve carencia de capitales, es un problema mundial, hay mucha demanda de capitales, es insuficiente en el mundo y acá no hay inversión; la agricultura de la Costa se orienta a la exportación; por esto están dándose leyes como la ley de empresas comunales y cajas rurales en la Costa, también es pues más fácil para los bancos invertir ahí no así en la Sierra, ésa es la razón de las empresas multicomunales cuyo objetivo es llevar capitalismo burocrático al campo, apuntan a desenvolver el agro y usan planteamientos que vienen de los años 60 ó 70. ¿De qué otras formas garantizan esas pocas inversiones?

Esas empresas multicomunales abarcan hasta una provincia, ¡ojo!, y chocan con el neoliberalismo que tratan de imponer, y ligado a lo que Velasco planteó, sólo que ahora con inversión más alta de capitales. Esto es para que su camino se viabilice. ¿Quién va a manejar esa base económica? Debemos ver también la parte política de esas empresas, van a actuar las rondas creadas por ellos, por las FFAA, son la base política sobre la cual se va a sustentar la reestructuración estatal, son los que van a garantizar su acción para dar estabilidad al camino burocrático porque es una fuerza activa organizada en el campo, es sustento de su proceso tal cual lo hacen hoy en su guerra contrasubversiva, darán sustento al Estado en el campo y por tanto control político, serán neogamonalillos (analizarlo, partir del proceso histórico del Estado peruano, el Estado los va a usar y es las FFAA quien los controla y orienta, verlo ligado al proceso de reimpulso del capitalismo burocrático atado al imperialismo o lo que se llama la reinserción esto dentro del sistema imperialista). [La cursiva y subraya es nuestra.]

Lo que parecía ser un análisis más o menos adecuado sobre la situación política de entonces no fue más que un pretexto para desarrollar una línea capituladora y revisionista que se escudó en la llamada viabilización del capitalismo burocrático.

En el mismo documento se lee:

En cuanto a la reestructuración del Estado, dijimos que el proceso necesario era el fortalecimiento del Ejecutivo; cuando la Constituyente del 79, la volvimos a analizar y la calificamos de “híbrida”, de no satisfacer a tirios ni a troyanos y que sería fuente de contiendas futuras entre facciones que requeriría una nueva Constitución. [La subraya es nuestra.]

Sin embargo, en ¡Luchar por la solución política a los problemas derivados de la guerra!, 3 de diciembre de 2000, se lee:
(…)

Doc en PDF (27 págs. en A5)

PERÚ, ELECCIONES 2021
PERÚ, ELECCIONES 2021

0 comentarios

Enviar comentario